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La irrupción nacionalista en España

Alfredo V. Buglioni

Ninguna encuesta presagiaba los resultados electorales de las elecciones andaluzas del pasado 2 de diciembre, donde irrumpen con fuerza los nacionalistas de Vox, que puede reconfigurar el escenario político andaluz, luego de 36 años de gobierno socialista de la Junta de Andalucía, presidido hoy por Susana Díaz, además de poner en jaque al gobierno del Estado Español, encabezado por Pedro Sánchez.

No se trata solamente de un resultado electoral sino de la aparición de algo que nadie tenía en sus planes ni aparecía en los análisis de especialistas, se trata de la aparición de VOX, el cual, siendo un outsider del sistema político español, surge con representación parlamentaria. El efecto, visto en términos argentinos equivale a que Alfredo Olmedo se constituyera en el tercer referente político en el partido de La Matanza (PBA), donde el Peronismo y Cambiemos le cedieran los votos para alcanzar ese resultado. Estas elecciones confirman el fin del bipartidismo español, dando paso a la política de alianzas en el marco del sistema parlamentario, en donde prevalece la mayoría circunstancial para la formación de los gobiernos, un espacio de acuerdos entre el partido socialista de Andalucía (PSOE-A), y Adelante Andalucía, versión de Unidos Podemos en la Comunidad Autónoma, y el otro espacio de acuerdo del partido popular (PP), y el partido ciudadanos (Cs), al que ahora hay que sumarle el partido VOX, encabezado por Pedro Abascal.

Esta nueva expresión política sostiene en su plataforma partidaria el cumplimiento de la Constitución sosteniendo la unidad de España y la no negociación con un «separatismo catalán»; cuestionan las autonomías en términos de reduplicación de gastos administrativos; proponen un sistema único de educación y salud que garantice a todos los mismos servicios; bajar impuestos y subir sueldos y pensiones unos 250 euros; apoyo estatal a los creadores de empleo; endurecimiento de las penas del Código Penal para los corruptos; cierre de las mezquitas fundamentalistas; recuperación del control de las fronteras; expulsión de los imanes extremistas y solicitar reciprocidad religiosa con países islámicos; controlar el ingreso de la inmigración en función de la situación económica y la capacidad de integración de los migrantes a los valores del pueblo español; recuperación de un papel internacional de España. Esto es otro intento –como el de Podemos- de canalizar y organizar una alternativa al neoliberalismo. Como parte del cierre de una etapa abierta por la Constitución de 1978, el sistema político aparece como un dispositivo con alas, una de ellas encabezada por el PSOE y otra por el PP, pero fue ese sistema –con ambas alas- los que aplicaron las políticas de ajustes y austeridad impulsadas por la UE, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, por lo tanto son parte de un sistema neoliberal que hoy diseña las políticas y toma las decisiones en Europa y eso es lo que está siendo cuestionado por los distintos nacionalismos europeos. En el libro “La Irrupción de los Nacionalismos en Europa”, (Buenos Aires. CICCUS. 2018), hacíamos referencia a que en España no había surgido todavía una expresión política que aglutinara las distintas plataformas nacionalistas, a diferencia de lo que sucede en otros países europeos, hoy VOX es la expresión de ellos.

Volviendo a los resultados electorales, los socialistas obtuvieron el 28% de los votos sumando 33 diputados y ganando en siete de ocho provincias, mientras que Adelante Andalucía obtenía 16% con 17 diputados, no llegando a la mayoría absoluta en el Parlamento andaluz. En tanto que el partido popular obtenía 26 diputados con el 20% de los votos, Ciudadanos, 21 diputados, con el 18% de los votos, que junto a los 12 diputados del ultra-nacionalista VOX suman mayoría absoluta en el Parlamento.

Todas las negociaciones se encaminan a una la alianza de los sectores que integran el espacio del partido popular (PP), que presidiría la Junta de gobierno de Andalucía y Ciudadanos presidiría el parlamento, en tanto los ultra-nacionalistas de VOX apoyaran externamente al gobierno. Estos resultados golpean de lleno al gobierno socialista de Pedro Sánchez, sostenido por sus 85 diputados del PSOE y los 71 diputados de Unidos Podemos, que cuenta con el apoyo externo de los nacionalistas Catalanes y los nacionalistas Vascos, además de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), los cuales no estarían dispuestos a apoyar los Presupuestos Generales del Estado (PGE), con lo cual se debería convocar a elecciones anticipadas probablemente para mayo, junto a las elecciones al parlamento europeo.