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El profesor del Papa Francisco

Página 12 – 28 de noviembre de 2019

Por Emilce Cuda

Un grande de la Patria Grande nos deja. Juan Carlos Enrique Scannone, sacerdote jesuita, padre de la Filosofía de la Liberación latinoamericana y promotor de la Teología del Pueblo, falleció ayer, miércoles 27 de noviembre, en San Miguel, Provincia de Buenos Aires, a los 88 años.

Quien hoy es conocido en el mundo como el profesor del Papa Francisco, nació en Buenos Aires el 2 de septiembre de 1931 y tuvo brillo propio. Un porteño de ley, hijo único de madre viuda, que se crió en la calle Corrientes frente al teatro Opera, que llegó a estudiar en Europa con Karl Rahner, Max Muller y Paul Ricoeur, y que regresa a nuestra tierra a pensar la liberación a partir de la sabiduría popular, salió al mundo a dar razones de nuestro modo particular de ser pueblo y lucho en los espacios académicos por su unidad y liberación incansablemente hasta su muerte.

Aunque formado en la filosofía europea, encontró en América Latina otra mediación para hacer teología: la cultura popular. Como sintetizador de la filosofía y la teología argentina, tradujo al mundo el pensamiento de Lucio Gera y Rodolfo Kusch. Como filósofo de la liberación, tomó la realidad como punto de partida. Como jesuita, tuvo al evangelio como principio de discernimiento. Como filósofo del pueblo, fue el primero en enunciar la posición analéctica ante el conflicto social como lugar de constitución de las identidades. Como teólogo, propuso un método: preguntarse “por dónde pasa Dios hoy”, escuchando el lenguaje simbólico de Juan Pueblo, y buscando sapiencia donde otros solo ven ignorancia.

Scannone dialoga en Europa con figuras como Emmanuel Levinas, Enrique Dussel, Juan Luc Marion, Hugo Rahner y Jean Ladriere. Desarrolla el pensamiento latinoamericano de liberación junto a teólogos de la altura de Gustavo Gutiérrez, Peter Hunermann, Helder Cámara, Ignacio Ellacuría, Pedro Trigo, Juan Hernández Pico y Víctor Codina. Trabaja en Argentina con Lucio Gera, Amelia Podetti, Dina Picotti, Alberto Methol Ferre, Ricardo Ferrara, Roberto Walton, Carlos Cullen, Rodolfo Kusch, Mario Casalla, y Miguel Ángel Fiorito -“su maestro”.

Se recibió de Licenciado y Profesor de Filosofía en la Facultad de Filosofía de la Universidad del Salvador en San Miguel. Obtuvo su Licenciatura en Teología en la Universidad de Innsbruck, Austria, y su Doctorado en Filosofía en la Universidad de Múnich, Alemania. Recibió dos doctorados honoris causa: uno por la Universidad Católica de Córdoba en Argentina, y otro por la Universidad Sofia en Italia. Fue dos veces decano de la Facultad de Filosofía de la USAL, y luego profesor emérito. Como profesor invitado, dicto catedra en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y en las universidades de Frankfurt, Salzburgo, Viena, México, Chile, Múnich y Bruselas.

En dialogo con intelectuales de universidades públicas y privadas de toda América Latina, Europa y Estados Unidos, fue abriendo camino para que la filosofía y la teología latinoamericana entrara en esos espacios. En los últimos tiempos formó parte de distintos grupos de trabajo internacionales, interdisciplinarios e interreligiosos para impulsar el cambio de paradigma cultural propuesto por el magisterio del Papa Francisco. Integraba el histórico Grupo Farell, el grupo de trabajo CLACSO sobre Teología, Ética y Política, el de Cultura Popular de la Facultad de Teología de Villa Devoto, y el de Antropología Trinitaria del CELAM -institución de la cual era miembro consultor para el área de moral social. Participaba activamente de ASOFIL, y unas semanas antes de su accidente cardiovascular, había fundado en Rio de Janeiro, junto a prestigiosos teólogos de todo el continente, la red Eclessia en América para abrir el dialogo Norte-Sur después de Laudato Si. En los últimos anos tuvo un fuerte reconocimiento de la universidad nacionales en Argentina, participando de debates y conferencias en Lanús, Lomas de Zamora, Jauretche y UBA.

Scannone fue un hombre incansable que trabajo sin parar, con claridad y lucidez hasta el último minuto. Podía mantener silencio en cuatro idiomas, lo que daba cuenta de su templanza. Se animaba a debatir todos los temas, y era siempre quien tiraba un cable a tierra cuando en el calor de la discusión las ideas superaban la realidad. Escuchaba y leía a todos sus discípulos, asistía a sus conferencias, se sentaba entre la gente, y tomaba nota. Era un hombre de una gran memoria, retenía tanto textos completos como detalles prácticos de la vida cotidiana, con una capacidad extraordinaria para captar lógicas extrañas casi de manera inmediata. En los viajes, cuando nos creíamos perdidos, el era el primero en orientarse y guiarnos, a nosotros, que creíamos cuidarlo…

Su obediencia a la Iglesia y al Papa era ejemplar, y no por eso dejaba de ser crítico. Como buen jesuita ensenaba a discernir de manera situada escuchando atentamente al pueblo. Ante la crisis, repetía que el Enemigo no es persona sino un sistema de relaciones injustas y, sin temor al conflicto, promovía la idea de un dialogo social como unión en la diferencia.

Su pensamiento -que es el eco de muchos pensadores argentinos a quienes escuchaba-, esta traducido a varios idiomas. Los últimos anos, con la llegada de Jorge Bergoglio al pontificado, sus viajes se multiplicaron exponencialmente. Cansaba el solo hecho de verlo de un lado al otro del mundo con su pequeña maleta en la mano, y su maletín cruzado en la espalda, donde cargaba su computadora. Era capaz de ir, con 87 años, de Roma a China y de China a Bello Horizonte, todo en una semana, sin parar y sin chistar, viajando en turista y haciendo la fila en los aeropuertos como uno más. Su agenda estaba completa hasta el 2022, pero advertía que mañana podría ya no estar, algo que no lo angustiaba porque tenia una fe inquebrantable. Gran intelectual, profesor y amigo, era sobre todo un verdadero ejemplo de contemplación en la acción que nos marcó un camino. Scannone, uno de los santos de al lado, de los que habla el Papa Francisco.

Entre sus obras más destacadas se pueden mencionar: Ser y Encarnación (1968), Teología de la Liberación y Praxis Popular (1976), Nuevo Punto de Partida de la Filosofía Latinoamericana (1990), Sabiduría Popular y Liberación (1992), Teología del Pueblo (2017).