Descripción
Es este un libro que invita al diálogo amistoso. Sus páginas adquieren el carácter de un diario íntimo, donde se vuelcan experiencias, ideas, búsquedas, métodos, preferencias, rechazos, y sobre todo, pasión. Una pasión tan intensa por la gestión cultural y la cultura que nos contagia.
Mediante una feliz metáfora, la propuesta del autor tiene algo de lúdico: un paseo por el bosque de la gestión cultural. A lo lardo del recorrido aparecen algunos conocidos como Steiner, Benjamin el viejo Sócrates, y otros que no lo son tanto, como Havel, que acompañan la marcha, no con la intención de abordar a la cultura desde teorías más o menos en boga, sino para contribuir al debate de qué hacer con y desde ella. Así, el deambular por el bosque propicia un honesto autoexamen. Otro tanto hace el autor en estas páginas para que, al finalizar la lectura, tengamos en claro que no es este un texto de devoción, sino una ofrenda. Ofrenda de ideas útiles, como los frutos silvestres del bosque. Ellas procuran, nada más ni nada menos, que capturar la esencia de la cultura, que equivale a decir la esencia de lo humano: el sentido.
Se trata, pues, de 605 ideas que aportan a la construcción de sentidos que transformen, dignifiquen, mejoren, humanicen continuamente la vida de os ciudadanos. ¿Cómo crear la presencia real del sentido, de una cultura palpitante de creatividad, esperanza, libertad, civismo, en nuestras ciudades? Las respuestas a esta pregunta no admiten rumbos preestablecidos, sino diversidad de senderos que aun han de ser abiertos. Para orientarnos, contamos con una brújula: la ciudadanía, sus necesidades, intereses, y formas de vida en cada espacio particular… y con un método, el cual fue elaborado y probado a través de la larga experiencia de Puig Picart en la materia.
En suma, se trata de un ameno y motivador paseo que disfrutarán quienes estén interesados en la compleja relación entre ciudad y cultura.
